Un tribunal de EE.UU. reconoció en una sentencia que un programa que haya sido liberado por su dueño no significa que quede desprotegido. Esto quiere decir que los usos y formas de distribución y/o modifcicación que la licencia otorga deben ser respetados por los demás, tal como lo establecen las prácticas de código abierto bajo la licencia GPL (General Public License) ahora generalizada a otras obras digitales a través de la licencia Creative Commons.
Este precedente es de suma importancia, porque establece un reconocimiento legal a las licencias de código abierto y por tanto protege los derechos de sus creadores y castiga el infringirlas. Lea el fallo de la corte de apelaciones de EE.UU. aquí (inglés).