SIMCE TIC: ¿qué viene después del diagnóstico?

Sin duda, un paso importante para responder esta pregunta será la prueba SIMCE TIC , que debutará a fines de este año. En comparación con las otras pruebas del SIMCE, ésta tiene características particulares en su forma de aplicación y objetivos. Es una prueba que se aplica en computador, pero no busca medir si los alumnos saben usarlo, sino evaluar si los estudiantes pueden emplear herramientas TIC específicas (como procesadores de textos, planillas de cálculo, aplicaciones de navegación, correo electrónico y chat) para aprender y resolver problemas. Entonces, ¿qué podemos esperar en los resultados de una prueba de este tipo?

En Chile, las TIC son curricularmente transversales, lo que en la práctica hace que el logro de dichos objetivos queden un poco al margen de las prioridades del sistema escolar, en relación a otros contenidos que son actualmente medidos con las otras pruebas SIMCE. Por otra parte, un estudio previo al desarrollo del SIMCE TIC con una prueba de características similares, sugiere que podrían existir diferencias según el nivel socio-económico de los estudiantes. Si bien esto no es una sorpresa en nuestro sistema educativo, estos resultados preliminares también indican que relativamente pocos estudiantes logran resolver problemas más complejos que requieren habilidades de orden superior. Esto, también concuerda con otros estudios internacionales que sugieren que las TIC realmente marcan una diferencia cuando existe una base de capital humano en los alumnos y son utilizadas para aprender, siendo lo que algunos llaman “la segunda brecha digital”.

Ante estas expectativas de resultados, nos quedan dos opciones: ver el vaso medio vacío o medio lleno. En primer lugar, no hay que caer en la tentación de culpar a los profesores de los resultados. Todo lo contrario, los profesores son el actor clave en nuestro sistema educativo con o sin tecnología, y el reconocimiento que Chile ha tenido a nivel internacional en las TICs se debe a su labor y vocación en un entorno donde la tecnología muchas veces es una isla en medio de muchas carencias y deficiencias. En segundo lugar, hay que reconocer un cambio de escenario. En los comienzos de Enlaces, los alumnos accedían a las TIC en el colegio, hoy es al revés, acceden a ellas incluso antes de ir al colegio, por lo tanto las tecnologías llegaron para quedarse y debemos hacernos cargo de los problemas y oportunidades que ello nos abre. 

Entonces, tomando la opción de ver el vaso medio lleno, el SIMCE TIC nos brinda la oportunidad de mejorar las políticas públicas con diagnósticos más precisos. Podemos identificar aquellos colegios que obtengan buenos resultados y preguntarnos ¿Qué hacen sus profesores? ¿Cómo el colegio apoya o promueve la integración de las TIC? Podemos aprender de dichas buenas prácticas, identificar sus condiciones de sustentabilidad y replicarlas a través del sistema. También nos da la oportunidad de elaborar las políticas desde las necesidades de las escuelas. La información que nos entregará la prueba SIMCE TIC, junto con la disponible por el Censo Nacional de Informática Educativa de 2009 y otras fuentes (por ejemplo, los planes de mejora de la ley SEP) nos permitirá identificar dichas necesidades y trabajar con los propios establecimientos en la integración de las TICs, no como un fin, sino como un medio más para mejorar la escuela.