Evaluación, TICs y competencias del Siglo 21


En el articulo anterior discutimos respecto de la efectividad de las tecnologías, pero también esto conlleva a plantearse una pregunta fundamental: ¿Para qué queremos introducir las TICs en el sistema educativo? En términos concretos, debemos definir para qué queremos usarlas: ¿para mejorar los aprendizajes curriculares de los alumnos? ¿para mejorar la gestión de las escuelas? ¿para desarrollar otro tipo de competencias en los estudiantes? ¿preparar a los educandos para un mundo laboral informatizado?  ¿para evaluar a los estudiantes y obtener diagnósticos personalizados? ¿todas las anteriores? ¿con qué énfasis?

Las TICs no fueron concebidas para la educación, no aparecieron naturalmente en los sistemas de enseñanza, ni fueron demandadas por la comunidad docente porque responden a un modelo (con sus conceptos, sus discursos y sus prácticas) originado al exterior de los sistemas de educativos (Sunkel, 2006). Pero esto no es exclusivo de la tecnología, otro ejemplo son las denominadas "mejores prácticas", como discute Larry Cuban (autor de "Oversold and Underused: Computers in the Classroom") en su blog.

La evidencia científica por ahora nos indica que el impacto en el aprendizaje de los alumnos depende fuertemente del tipo de recurso TIC, cómo se usa y la asignatura en la cuál es usado (McFarlane, 2001; Cox & Marshall, 2007). Esto tiene como consecuencia que el estudiar agregadamente los efectos del uso de tecnologías muy distintas entre sí, no revelará efectos generales en el sistema educativo, medidos en términos de pruebas estandarizadas (McFarlane, 2001).

También, muchos de los estudios previos respecto al impacto de usos específicos de las TICs en educación, muestran que los instrumentos y los métodos utilizados no miden realmente los objetivos y resultados de aprendizajes promovidos por ellas (Trucano, 2005; Cox & Marshall, 2007). Se buscan mejoras en procesos y conocimientos tradicionales en vez de nuevas formas de conocimiento y razonamiento que podrían resultar del uso de las TICs (Penuel, 2005; Cox & Marshall, 2007).

Por lo tanto, estamos cayendo en un circulo vicioso. No encontramos impactos porque usamos métodos e instrumentos inadecuados y no definimos operacionalmente qué esperamos encontrar. Esto sin olvidarnos que se ha puesto la instalación de tecnología por sobre el uso pedagógico, sin considerar mecanismos de seguimientos de los proyectos:  y como no aparecen los ansiados resultados no perseveramos en como integrar adecuadamente las TICs.

La evidencia de impacto es más robusta y confiable cuando las pruebas de evaluación de los resultados están relacionadas directamente con los efectos probables de las TICs en el aprendizaje (Cox & Abbot, 2004). Esto significa que debemos operacionalizar las definiciones de lass competencias que se esperan desarrollar a través de las TICs. Un ejemplo de ellas son las denominadas competencias del siglo 21 (CS21), que no están todas relacionadas directamente con las tecnologías, pero sin duda es posible apoyar su desarrollo a través de ellas (aunque nuevamente pongo la mirada escéptica de Larry Cuban al respecto)

Existen muchas agencias e instituciones internacionales que están trabajando en como enseñar y evaluar las CS21, como  por ejemplo la Universidad de Melbourne (www.atc21s.org),  el CERI de la OECD (www.oecd.org/edu/nml) e ITL Research. En Chile, por encargo Enlaces, el Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (CEPPE) en colaboración con MideUC desarrolló instrumentos para medir la capacidad para resolver problemas de información y comunicación de los alumnos chilenos de 15 años. Como presentaron Ignacio Jara y Magdalena Claro en el seminario "De la Tiza al Clic" (ver presentación), se utilizaron ambientes digitales que permitieron medir estas capacidades. Esto nos da una idea de la dificultad de evaluar de las CS21 y porque no es tan fácil medirlas a través de pruebas tradicionales. En este caso para medir la competencia requiere una operacionalización específica para implementar el ambiente digital.

Por lo tanto, retomando las preguntas iniciales, es clave poder definir objetivos para intencionar el uso de las TIC en educación. Esto significa articular con una serie de departamentos dentro del mismo ministerios, otras agencias gubernamentales, universidades, centros de investigación, el sector privada, para la evaluación, integración de los programas de estudio, diseño y desarrollo de programas educativos en base a diagnósticos de las necesidades de las escuelas, dotación de infraestructura y conectividad y una larga lista de otras cosas.

¿Cómo llevar a cabo estas tareas? Se necesita desarrollar una agenda en función de un plan al que hacerle seguimiento y evaluación que provea evidencia de los avances o del estado del arte del desarrollo en el tema de la informática educativa. Algunos países como han institucionalizado dicha función, pero recientemente el Reino Unido anunció el cierre de su agencia de tecnología y educación: BECTA. ¿Qué impactos tendrá dentro del mismo Reino Unido? ¿Qué rumbo tomarán otros países? ¿Qué hará el nuevo gobierno chileno en estas materias y en específico con Enlaces?

Bueno, eso será materia de otro artículo.

Referencias
Cox, M., & Abbot, C. (2004). ICT and attainment: A review of the research literature. ICT in Schools Research and Evaluation Series – No.17, DfES-Becta.

Cox, M., & Marshall, G. (2007). Effects of ICT: Do we know what we should know? Education and Information Technologies, 12(2), 59-70.

McFarlane, A. (2001). Perspectives on the relationships between ICT and assessment. Journal of Computer Assisted Learning, 17(3), 227-23.

Penuel, W. R. (2005). Recommendations for Evaluation Research within Educational Innovations. Center for Technology in learning, SRI International

Sunkel, G. (2006). Las Tecnologías de La Información y la Comunicación (Tic) en la educación en América Latina. Una exploración de indicadores. CEPAL - Politicas sociales (Division de Desarrollo Social, CEPAL, Naciones Unidas)

Trucano, M. (2005). Knowledge Maps: ICTs in Education. ICT and Education Series. Washington, DC: infoDev / World Bank.

Como citar este artículo:

Rodríguez, P. (2010) Evaluación, TICs y competencias del Siglo 21. Disponible en http://www.intelectivo.com/2010/06/evaluacion-tics-y-competencias-del.html